Hoy, martes, 6 de noviembre de 2018, los estadounidenses asistirán a las urnas para elegir representantes y senadores. Estados Unidos es un sistema bicameral y la Cámara de Representantes está compuesta por 435 miembros y el Senado por 100. Ambas cámaras conforman el «Congreso» de Estados Unidos. Todas las leyes deben ser aprobadas por ambas cámaras.
En el caso del Senado, cada estado de la unión elige 2 senadores. El vicepresidente funge como senador en caso de empate en una votación. La Cámara en cambio se conforma de acuerdo con la población aunque la fórmula de representación es compleja. Desde 1913 se decidió fijar el número de representantes en 435. Con ello, cada vez que aumenta la población en algún estado, esto puede significar que a un estado se le quita un representante y se le da a otro estado.
El gerrymandering. La Cámara elige 435 representantes por lo que hay 435 distritos. La determinación del distrito siempre causa polémica porque puede «manipularse» los distritos y eso puede favorecer a algún partido. Se ha utilizado la manipulación de distritos para teóricamente favorecer minorías étnicas, por ejemplo. Pero la definición de los distritos puede dar resultados que hagan que el voto mayoritario no sea proporcional a los asientos obtenidos. Por ejemplo, en Carolina del Norte si los demócratas sacan 29.66% de votos obtendrían 3 asientos en la Cámara. Pero para obtener un cuarto representante haría falta 52.78% de los votos. Es decir, para conseguir un cuarto representante, ¡tendrían que obtener 23.12% más de votos!
El Senado. En esta oportunidad se elegirán 35 de 100 senadores. Actualmente los republicanos tienen 51 de los 100 senadores. Los republicanos parten con ventaja porque 26 de esos 35 asientos los ocupan demócratas que pretenden reelegirse. Esto quiere decir que para ganar control del Senado, los demócratas deberían «defender» sus 26 asientos y ganar al menos 2 de esos 9 asientos que los republicanos buscarán mantener. El incidente con la nominación de Kavanaugh podría afectar a los demócratas ya que a raíz de ello el número de republicanos que considera muy importante esta elección de mitad de periodo pasó de 68% en julio a 80% en octubre. Más republicanos dispuestos a votar le pone cuesta arriba la elección a los demócratas en el senado.
La Cámara. En la Cámara de Representantes los demócratas tienen un poco más de posibilidades de competir por recuperar el control. En esta oportunidad se someterán a elección los 435 asientos. Desde 1945 en promedio en cada elección de mitad de periodo, el partido opositor gana 26 asientos. Actualmente, los demócratas necesitarían ganar 23 asientos para hacerse con la mayoría en la Cámara.
Solo 3 veces en la historia de Estados Unidos un partido de gobierno ha conseguido ganar en las elecciones de medio término: en 1934 (Roosevelt), 1998 (Clinton, segundo mandato) y 2002 (Bush). En las tres ocasiones mencionadas el partido de gobierno ya controlaba el Congreso antes de las elecciones de medio término, al igual que hoy. Veremos si se repite por cuarta ocasión o se mantiene la tendencia más regular de que el partido de oposición gana las elecciones de medio término.
Si los republicanos ganan, se reforzará la idea de que Trump no es una «anomalía» dentro de las tendencias democráticas de E.E.U.U. Si los demócratas ganan el control de la Cámara de Representantes, el gobierno de Trump tendrá dificultades para aprobar leyes que son parte de sus planes de gobierno. De momento su única gran victoria fue la reforma tributaria del año pasado.